Como madre, sé que los berrinches de niños y bebés pueden ser una de las cosas más difíciles de manejar. A veces, parece que nada que hagamos funciona para calmar a nuestros pequeños enojados. Afortunadamente, hay algunas cosas que podemos hacer para ayudar a prevenir y manejar los berrinches de nuestros hijos.
Primero, es importante recordar que los berrinches son una forma normal de expresión emocional para los niños pequeños. Es parte de su desarrollo y no significa necesariamente que algo esté mal con ellos o con nosotros como padres. Sin embargo, esto no significa que debamos tolerar todos los berrinches sin intentar ayudar a nuestros hijos a manejar sus emociones.
Una de las mejores maneras de prevenir berrinches es establecer una rutina constante y predecible para nuestros hijos. Los niños pequeños se sienten seguros cuando tienen una idea clara de lo que va a suceder a continuación. Si pueden anticipar lo que viene, es menos probable que se sientan abrumados y menos propensos a tener berrinches.
También es importante asegurarse de que nuestros hijos estén comiendo y durmiendo lo suficiente. Cuando los niños están cansados o hambrientos, es mucho más probable que tengan berrinches. Por lo tanto, es esencial asegurarnos de que estén bien alimentados y descansados para reducir el riesgo de berrinches.
Además, es esencial darles opciones y oportunidades para tomar decisiones. Cuando los niños sienten que tienen cierto control sobre su vida, son menos propensos a tener berrinches. Por ejemplo, en lugar de decir "vístete", puedes ofrecerles dos opciones de ropa para elegir. De esta manera, aún están tomando la decisión, pero dentro de los límites que les hemos dado.
Si aún así, tu hijo tiene un berrinche, es importante mantener la calma y no ceder ante sus demandas. Si nos dejamos llevar por sus berrinches, les estamos enseñando que esa es la forma de conseguir lo que quieren, lo que solo perpetúa el problema. En cambio, podemos ofrecerles empatía y comprensión. Por ejemplo, podemos decir: "Entiendo que estás frustrado porque no puedes tener ese juguete, pero es peligroso para ti. ¿Por qué no jugamos con este otro juguete que es igual de divertido?".
En resumen, prevenir y manejar los berrinches de nuestros hijos requiere paciencia, empatía y una estrategia coherente. Es importante recordar que los berrinches son normales y que, como padres, podemos ayudar a nuestros hijos a aprender a manejar sus emociones de manera más efectiva. Con un poco de esfuerzo, podemos transformar los berrinches en oportunidades para enseñar habilidades emocionales importantes a nuestros hijos.